martes, 10 de junio de 2008

Jorge Salazar, en mi memoria

La muerte del periodista Jorge Salazar me sorprendió esta mañana en la mesa del desayuno.

Luego de leer un estupendo artículo de Manuel Eráusquin sobre la vida y obra del viejo redactor, recordé inmediato una entrevista que hicimos mi amigo Manuel y yo al periodista Salazar en el 2006... Entrevista grabada una tarde de invierno acuoso en su pequeño departamento de Miraflores.

Llegamos 5 minutos tarde. Subimos por el ascensor y él nos recibió en el umbral de su puerta blanca con un habano en la mano. Al entrar nos sorprendió a los 4 del equipo, un diminuto espacio. Un hogar que parecía de juguete, repleto sin embargo, de toda clase de libros, arte y vida.

La cocina, a la que me asome un rato después (cuando Jorge ya estaba frente a la cámara), era un cubículo copado hasta el techo por sartenes y ollas, y platos, y tenedores, y cucharas, y vasos, y copas. Todas todos usados.
Si había otra habitación nunca la vi.

Jorge Salzar nos contó esa tarde que su última novela "Los papeles de Damasco", había demorado mucho su publicación. Ha sido un gran esfuerzo darle vida, dijo frente a nuestra cámara.

Mientras conversamos con aquél hombre de piel oscura y densa, Manuel y yo volteábamos a mirar al equipo. Demoraban mucho el asistente y el camarógrafo en colocar correctamente el par de luces viejas y las gelatinas arrugadas. Viendo la ansiedad que nos provocaba el tiempo perdido, Jorge dejó su puro de olor amargo en el cenicero y nos ofreció, amable, algo de comer.
Nos negamos por no importunar.
-¿Entonces, algo de beber?

Y sin poder nosotros responder, sacó él, de alguna gaveta escondida una añeja botella de Oporto.

Una copa para cada uno, en una sala llena de libros y fotos, de historias no olvidadas y de momentos revividos a través de miles (millones) de palabras. Entonces pudimos todos por fin olvidar durante largos minutos las luces, la cámara, el tiempo y hasta la siguiente comisión...

En esa tarde acuosa en Miraflores, fue fácil olvidar el paso rápido del tiempo. Y más rápido olvidarlo con una copa de Oporto tibio que Jorge Salazar amablemente nos invitó.


3 comentarios:

  1. Requiem por un cronista de aquellos que ya no hay ... la semblanza de Enrique Sanchez en El Dominical también es muy entrañable ...
    saludos, interesante blog.

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  2. Entre la descripción y el video. Recordé que presioné REC en su casa

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  3. Maestrazo, Jorge Salazar. Su vida es una novela. Sigue siendo tan generoso.
    Encontré este blog dedicado a él:
    http://laoperadelosfantasmas.blogspot.com/

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