Dos cuadras más y llegas a la esquina del idiota y al mercadillo borroso repleto de anaqueles. Ahí habitan aglomerados: Fajos de perjil, manzanas verdes, huevos de gallina, duraznos en conserva y papayas dulces. Sutil, un aroma tibio de orégano y levadura fresca, baila 5 pasos adelante. Un italiano saluda a sus comenzales desde la ventana superior y cruzando la casa grande (cochera al fondo), el don de los vidrios de colores regala a las niñas bellas piropos dulces (de los que ya no vende la abuelita). A la izquierda, poquito más, Jérico sueña con ser claun y pregunta nuevamente por el joven alto que nunca volvió a ver. Un par de grietas grises y vuelta a la derecha: El poste está dormido. Y dormida siempre voy al pasar debajo de él. En esa vereda estrecha, de pobre luz, ocupa un rincón muy personal el gato Chiquito del señor Jesús. Peculiares modales caninos tiene el gato Chiquito del señor Jesús. Una dama de pelo en moño y Soya con doña Eduvigues Enriques al centro de la pista (contándose a gritos sus últimas dolencias)... Todo, antes que en la panadería de las gordas se termine el pan francés.
Es la casa de dos casas, azotea sucia, bodeguita de 45 años y ningún niño a la vista.
voy por los sanguchitos de pollo en cuanto pueda dar un paso izquierdo firme
ResponderEliminarjajaja... siempre con la izquierda, compañero
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