viernes, 23 de enero de 2009

historia pasada de una despedida (boceto)

El gato de madera mira con ojos discretos desde el ricón izquierdo. Una película mejicana, en mala copia, empieza y termina en un televisor sin audio. Ellos tienen sexo mirándose a los ojos. Ella siente que nadie la ha amado antes, que nadie la ha amado nunca. Él no siente amor. Se anuncia el final del día.

Ahí mismo, al poco tiempo en la cama blanda, fluye un chorro tumultuoso desde el fondo de su alma. No desde su alma. El torrente tibio, que ha nacido en el lugar último y oculto reservado para algún hijo, se escabulle sobre las sábanas, sobre sus piernas, sobre sus pies, un poquito sobre él. Ella, que ha quedado dormida, se pone en pie. Está desnuda de cara a una ventana de cortinas cerradas. Él tampoco duerme. Él sigue concentrado en la película muda repetida una y otra vez, en mala copia.

La sangre, ahora bajo el agua fría, dibuja un camino escabroso entre sus uñas. Ella toma un baño de humedad sin sentir dolor. Pasan 3 minutos, pasan 10.

A la cama, él ya no la espera, él habla sin parar de alguna idea irrealizable. Él habla de sí mismo con la máquina sin audio.

Este fue el último día. Ellos se toman de las manos y traman un abrazo frío bajo la ponciana verde-amarilla de la calle principal. Ha vuelto a ser verano. Ellos no lo saben todavía: No volverán a verse otra vez.

2 comentarios:

  1. Nada es amor
    despues del amor
    solo sangre, uña y sudor

    besos.

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  2. Terrible, un gran trozo de hielo incendiándose. Genial, saludos.

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